Diseño por comité: los despropósitos del Monumento del 11-M

Ubicación del monumento

El monumento está colocado en mitad del tráfico en una calle muy transitada de Madrid. Esto hace que:

  • Nadie se pueda acercar al monumento.
  • El monumento esté rodeado de tráfico, ruido, humo.
  • Al estar relativamente lejos de las aceras que lo rodean, la sensación de tamaño es más bien pequeña.



Uno podría pensar que el sentido de estos monumentos es de dotar de un espacio para el recogimiento, meditación, pasear con nuestros hijos y contarles la historia… un espacio íntimo en el que pensar sobre lo que ha pasado.

Evidentemente, tener este monumento en la mitad de una calle llena de tráfico lo hace algo complicado.

Aspecto del monumento exterior

Por fuera el monumento es un cilindro construido a base de ladrillos de cristal. El aspecto resultante no es "intelectualmente excitante". Es más bien tosco. La base negra y el cerco de chapa que lo rodean evidentemente no ayudan a dotarlo de una sensación de grandeza.



El monumento tiene poca entidad y no da sentido a lo que representa.

El monumento por dentro

Para acceder al monumento hay que entrar en una estación de trenes. Esto supone más ruido, más tumulto de personas. La sensación de sosiego que uno podría esperar ante un escenario como el que se supone que estamos creando, desaparece.

Una vez se llega a la entrada, las puertas son de seguridad tipo las de un banco. Es decir, abrimos una primera puerta (bastante fea) y hasta que esa primera puerta no se cierra, no podemos abrir la segunda puerta (luego explicamos los motivos).

Las puertas de entrada son como las de un banco. Igual de feas y cutres.



Una vez dentro, si podemos encontrar algo del espacio que uno podría pensar que un monumento así se merece. Un espacio azul, amplio, sosegado.

La sensación de plástico del ambiente da algo de frialdad, pero así son los acabados.

La principal atracción del monumento es ver un globo de textos.



Este globo de textos tiene la particularidad de estar inflado con aire. Por este motivo la sala necesita estar presurizada y las puertas han de ser dobles y de cierta seguridad.

Para salir de la sala, pasamos por el mismo trámite. Tenemos que pasar una doble puerta tipo oficina bancaria.

Sensación final

La sensación final de la visita es bastante pobre.
Si uno ha visto el muro de las victimas de Vietnam, la sensación dura para siempre. La sensación de respeto, dimensión, honor. En el caso del Monumento al 11M, la sensación es poco duradera.

¿Por qué?

¿Por qué pasan estas cosas?
El problema seguramente venga por el inicio: un concurso público.
Los concursos públicos deben limitarse a obras efímeras.
Nunca hagas un concurso público para algo permanente y menos de la talla de este tipo de obra.

Este monumento lo tendría que haber realizado Barceló o Antonio Lopez. Un artista con control y autonomia absolutas sobre la obra. No comités.

Una lástima que la memoria de las víctimas sea honrada de esta forma y una lástima que la ciudad de Madrid no consiga crear un monumento digno de la ciudad.

Todo sobre el monumento a las victimas del 11M

Artículo sobre el monumento.
Los arquitectos.
Wikipedia.

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