Para muchos técnicos (ya seas programador, diseñador, user experience….) llega el momento de dar el paso a Manager. Ahora no eres responsable de ejecutar tareas, eres responsable de que un equipo ejecute las tareas necesarias. Muchas veces se comentan cosas del tipo «eres un buen técnico, pero no un buen manager» o «hemos perdido un buen programador para ganar un mal manager» o «este manager no tiene ni idea de programar… qué hace aquí».

El paso de un lado a otro de la línea requiere una conjunto de conocimientos específicos y que no tienen nada que ver. No se complementan, no se solapan. Un manager requiere un conjunto de conocimientos, un técnico otros. Si es esencial que un manager tenga algo de experiencia en el campo técnico, pero no es esencial. Uno puede venir del campo de la gestión y sencillamente cambiar de tipo de empresa y seguir gestionando. Mientras que un técnico ese cambio lo tiene más complicado.

En cualquier caso, si ha llegado para ti el momento, comparto algunas ideas, sugerencias para que esta transición sea lo más eficiente posible.

Son las personas

Lo más importante para un manager es su equipo y las personas. Tu papel más importante es conocer bien a tu equipo y potenciarlo. No pierdas tiempo en aspectos técnicos. La prioridad es tu equipo.

Si tienes que formar a un equipo nuevo es esencial que busques a los mejores. Muchas veces es complicado, pero es TU PRIORIDAD. No pongas excusas y si el precio del mercado está caro, explícalo a tus jefes. Diles que para tener a un «10» necesitamos un salario de X. De lo contrario tendremos a un «8» o «9» y eso no lo quieres.

Formar a tu equipo con gente 10 es tu prioridad.

Si heredas al equipo debes invertir tiempo en conocerlos y extraer información. Igualmente debes compartir tu visión, objetivos, ideas y explicar de forma clara que esperas de ellos.

Si entras en un equipo ya formado es probable que el equipo se vea cuestionado y pierdas parte del equipo. Habrá gente del equipo actual que quizás optaba al puesto que te han dado y por tanto se verán «minusvalorados». Intenta entender que necesitan y busca formas de darles espacio y responsabilidad para retenerlos.

En caso de perderlos, pon tu foco en buscar gente nueva.

Delegar

Lo más importante como gestor de equipos es delegar. Debes ser claro y directo sobre qué quieres conseguir y de qué parte es responsable cada uno.

Cómo manager tendrás mucho trabajo de cara a tus jefes (reporting, buscar nuevas herramientas, tendencias, coordinar proyectos nuevos, anticipar problemas u oportunidades en el mercado, competidores…) y no puedes estar pendiente de tareas que tu equipo debe ser capaz de solucionar.

Es esencial que tu equipo asuma responsabilidad y sea capaz de gestionar sus proyectos de forma autónoma. De esa forma irás creando una estructura que podrá crecer y amplificar tus capacidades de desarrollo. Si un área de tu gestión es capaz de asumir más gente, más proyectos y resolverlos de forma efectiva, estás en el buen camino.

Si por lo contrario, el día a día te come, estás todo el día resolviendo marrones de tu equipo o no eres capaz de confiar en tu equipo, tienes un problema como manager. Si tu equipo no funciona, el problema es tuyo. Siempre debes asumir tu la responsabilidad.

Dar y recibir feedback

Esta es la siguiente fase de tu trabajo como Manager. El feedback es una parte esencial de tu trabajo. Mantener a tu equipo en el buen camino depende del feedback que puedas dar. Igualmente necesitas recibir feedback para mantener tus ideas y metodologías en la buena dirección.

Si tu equipo no siente la confianza o no tiene el espacio para darte feedback tienes que analizar que pasa. Se entiende como «normal» que un subordinado no le diga las cosas a las claras a su «jefe», pero eso es un problema que tienes que resolver. Si tu equipo no se siente con la autoridad de decir «esto está mal» o «esto es un error» pese a creerlo, tienes un problema.

Otra cosa es analizar ese problema y que tu estés de acuerdo con el análisis, pero el espacio y la reflexión deben tener su espacio para que ocurra.

Qué hacer con los conflictos / problemas

Esta parte es normal que exista y debes ser capaz de gestionarlos. Siempre procura que sea en privado y de forma discreta. Apara el fuego cuanto antes y no dejes que un conflicto se extienda o genere problemas que luego sean más complicados de resolver.

Los conflictos suelen aparecer si los pasos anteriores no se han definido con claridad. Feedback es esencial, delegar y dar espacio a cada uno para resolver sus problemas es esencial.

Objetivos con números

Tan importante como los demás puntos está definir objetivos. Pero sin conocer a tu equipo bien, es imposible definirlos. ¿Qué les interesa? ¿En qué se ven buenos? ¿Qué aspectos de la empresa les interesan más?.

Una cosa es que necesitas tu conseguir y otra cosa es que puede hacer tu equipo para conseguirlo. Son cosas diferentes y tu equipo debe ser capaz de estar alineado con los objetivos de la empresa.

Puede ser que tengas a alguien bueno en tu equipo pero no esté alineado con los objetivos. Quizás debas buscar otro sitio para él o dejarle ir. No siempre los objetivos y las personas están alineadas. Pero no mantengas a alguien en un puesto para el que no está preparado o encaja.

Mandamientos de equipo

Escribe y define ciertas normas de equipo.

  • Cómo se celebra un éxito.
  • Cómo nos reunimos.
  • Cómo damos feedback.
  • Qué es importante para nosotros.
  • Cuales son nuestros mandamientos.

Es importante que como equipo tengas unos mandamientos y unas guías que te permitan definir ciertos comportamientos de tu equipo. Si no los defines, puede ser que el equipo no funcione.

Su espacio de responsabilidad

Cada persona del equipo debe sentirse un «mini-ceo». Cada persona del equipo debe asumir una parte de proyecto como suya y responder hasta el final de su cumplimiento.

Si tus compañeros no asume responsabilidad y se diluye en el «equipo» tienes un problema. En una reunión de trabajo, cada uno debe ser capaz de responder con 2 o 3 KPIs claros y defenderlos. Si van bien, como seguir mejorando, si van mal, explicar y definir que se está haciendo para mejorar. Si alguien va a una reunión y no sabe sus KPIS, no sabe explicarlos o defenderlos, tienes un problema.

Este ejercicio lo puedes hacer de una forma muy sencilla. En la próxima reunión de equipo, pide a cada uno que explique cuales son sus 3 KPIS clave.

Si no está claro o no saben qué es, dales una semana para prepararlo. Si necesitan formación o apoyo para prepararlo, dedícales tiempo. Pero es esencial que cada uno de tus compañeros sepa con claridad qué significa asumir responsabilidades.

La misión

Todo eso debe terminar en una idea grande. ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Qué buscamos como equipo?

  • Queremos mejorar X
  • Queremos solucionar Y

Tu equipo debe tener clara la misión de la empresa y saber en que dirección está remando para llegar a esa meta.

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