Quién eres, de donde vienes.

Juan Dominguez, Guadalajara 1967. Vengo de una familia muy emprendedora con ínfulas artísticas. Mi madre escribe y es empresaria y mi padre se dedicó a la política y a hacer empresas. Yo no escribo profesionalmente pero tengo un blog (www.quienesjuan.com) desde hace más de cinco años en el que cuento lo que me pasa por la cabeza, y mi vida laboral ha estado marcada por el deseo de tener mi propia empresa. O mi propio chiringuito. O lo que sea.

Sin embargo, antes de lanzarme a trabajar por mi cuenta tuve varios empleos en empresas. Fui azafato de Iberia (sólo seis meses) y luego trabajé en el sector turísitico en el departamento financiero de un par de empresas. Una de ellas era Amadeus, y estaba empezando el boom de las agencias de viajes online en Estados Unidos. Allí empezó todo de verdad.

Monté Viajar.com dentro de Ya.com, la dirigí, me hice cargo de más cosas en ya.com, vendí Viajar y me salí para trabajar por mi cuenta.

Como fue viajar.com. Cosas buenas, malas, cosas que aprendiste

Estando en Amadeus, que es un sistema de reservas, me di cuenta de que hacer una agencia de viajes online no era demasiado complicado. Me junté con unos cuantos como yo, nos pusimos a hacer un proyecto y salimos por ahí a venderlo.

Mis compañeros de proyecto se colocaron rápidamente en otras agencias de viajes online, lo que me enseñó que ante una aventura o un buen sueldo la mayoría de gente prefiere el sueldo, y me quedé yo solo.

No podemos decir que me moviera mucho, escribí a Martín Varsavsky para contarle lo que quería hacer, me llamó, me entrevistaron y me contrataron para montarla dentro de Ya.com.

Todo el proceso fue relativamente fácil: yo sabía lo que quería, contraté a mi propio equipo de desarrollo, de contenidos e hicimos la guerra por nuestra cuenta, dentro de la estructura de Ya.com y usando los portales como trampolín, pero por libre.

Nos fue muy bien en el inicio, porque la montamos como quisimos, pero enseguida empezamos a sufrir restricciones de crecimiento. Ya.com era una empresa perteneciente a Deutsche Telekom, muy volcada a las telecomunicaciones, y no había sitio para invertir en una empresa de viajes, por muy bien que fuera, así que con la inercia de los primeros tiempos la convertimos en la segunda agencia de España, pero perdimos fuelle, no teníamos dinero para invertir ni para marketing y empezó a decaer.

En Viajar aprendí una cosa muy importante, que es que cuando se tiene clara una cosa hay que hacerla digan lo que digan los demás. Yo me peleaba todos los días con unos cuantos de Ya.com que tenían su propia opinión sobre cómo debía trabajar yo. Llegué a un punto en el que decía a todo que si y después hacía lo que me daba la gana. Aceptaba la responsabilidad por los errores, que los hubo, y muchos, pero en general los aciertos los superaban con creces.

Trabajar con ya.com. Cosas buenas, malas, cosas que aprendiste

Al cabo de algún tiempo en Viajar, empecé a promocionar en Ya.com. Al principio fui director de comercio electrónico, que era un puesto importante en la empresa porque la ambición en ese campo era muy grande, se veía como la única manera de empezar a monetizar en serio en el corto plazo.

Dentro de Ya.com yo tuve un papel que me encantaba, que era el del ‘empresario de plantilla’, en el que se me dejaba imaginar cosas y ponerlas en marcha. Hicimos muchas cosas, compramos Discoweb (error), fundamos TiendaPC (acierto y luego error), trabajamos muchísimo para ganar dinero con los coches (Supermotor, acierto), nos metimos en el mundo de los dominios, hosting y demás (acierto) e hicimos acuerdos con todo lo que se movía en el campo del comercio electrónico (aciertos y errores).

Desarrollamos aplicaciones de comercio electrónico que funcionaban tan bien que luego se usaron para vender ADSL (acierto) y en general fue muy divertido.

Luego asumí también la dirección de los contenidos y portales de la red de Ya.com y empecé a enterarme de qué iba la publicidad online. Fue divertidísimo y monté un equipo de primera línea, que además fue capaz de sacar a Ya.com de un letargo en este campo y convertirla en una de las redes más pujantes. Empezamos a hacer cosas 2.0 (odio ese término pero asi me entienden) hace mucho tiempo, cambiamos la manera de usar los contenidos en nuestros portales y en general fue un período y un trabajo muy creativo.

Una parte importante de la experiencia en Ya.com y en Viajar.com fue la venta de la empresa a T-online. Pagaron 550 millones de Euros, de los cuales 70 fueron a los empleados que estábamos desde el principio en Ya.com. Esto estuvo muy bien en el sentido monetario, aunque como era en acciones luego el dinero que realmente cobramos no fue tanto, pero me enseñó muchas cosas sobre el espíritu humano.

Ya sé que esto no suena bien, pero si volviera a estar en una situación similar no daría acciones a todo el mundo. Cuando la gente esperaba a ver si se convertía el proyecto ya.com en una realidad, el ambiente era fenomenal y las ganas de currar enormes.

Cuando cobramos, se acabó la diversión y el ambiente. Moraleja: es mejor desear que tener.

La etapa conjunta Viajar – Ya.com me dio la oportunidad de aprender a mandar, que no es tan fácil como parece. Uno tiene que alejarse mucho de las dudas y, a nada que seas un poco introspectivo como yo (iba a decir modesto pero me lo callo por si acaso), aceptar que te equivocas mucho y que tienes que entender los fallos de los demás. Como me dijo mi jefe, el que tiene boca se equivoca.

Salida. Como fue, que has hecho

Viajar estaba en situación de ser vendida, al igual que Ya.com, y yo era parte de los activos de Viajar. Hice los deberes, busqué un comprador, hice el proceso de venta, salí con la empresa, y a los tres meses me fui porque ya no era lo que yo quería hacer. Además estaba un poco cansado después de casi ocho años.

Como había salido con una indemnización razonable, era accionista de una empresa, Searchmedia, socio de un bar, el Susanclub, y tenía algo ahorrado pensé en estar unos meses tranquilo, ver nacer a mi primera hija y dormir la siesta con la tele haciendo de banda sonora. Lo hice al principio pero al cabo de muy poco tiempo estaba con la cabeza como un avispero pensando en cosas nuevas, negocios, y lo que surgiera.

Al poco tiempo me llamaron de Friendscout24, un portal de ligar por internet que pertenece a TOnline que estaba buscando a un director para España. Aceptaron mis condiciones de trabajar a tiempo parcial y he estado ocupándome de eso hasta este mes de Mayo en que terminamos nuestra relación, pero por el camino me fui metiendo en otras cosas, todas relacionadas con Internet de una manera u otra.

Nuevos proyectos

En el último año he estado con la cabeza muy ocupada en dos cosas y media: Searchmedia, su fusión con Demini y la mejor manera de ayudar a lanzar un producto de generación de webs de Demini que se llama Tractes, con Red CPA, y últimamente con Plaf.com.

Red CPA es una empresa de representación publicitaria que fundamos Jorge Rincón, ex VP de ventas de Ya.com y un servidor, y que espera sacar dentro de poco una aplicación de adserving y optimización de campañas de publicidad online que va a ser lo mejor que se ha visto desde hace tiempo en este terreno (cruzo los dedos). Estamos gestionando ayudas para la I+D, tenemos clientes grandes y somos los representantes en España de Oridian, una red internacional enorme. A pesar de lo complicados que están los tiempos, la cosa no va mal.

Plaf.com es una de las cosas más curiosas que me han pasado en mi vida. César Martín, autor de este blog y diseñador con el que trabajo a veces, me vino un día a decirme que quería hacer algo conmigo. La cosa se quedó así, yo siempre digo que si a ese tipo de cosas, y a los dos meses vino a contarme la idea, íbamos a hacer un sitio donde elaborar el IPC popular, a base de que la gente simplemente dijera lo que paga por las cosas. Un sitio simple, con ideas muy fáciles de entender, y que es divertido y útil al mismo tiempo.

Hasta ahora, Plaf ha sido cosa mayoritariamente de César, podemos decir que está en una beta y yo ayudo contando lo que se me va ocurriendo. Cuando sea un poco menos beta, me toca a mi empezar a moverlo y monetizarlo. Es un proyecto precioso, para mi ha sido una sorpresa, la primera vez que tengo algo que no he creado yo para empujarlo y verlo crecer, y que tiene toda la pinta de que puede ir muy bien.

Visión de internet

Siendo como soy uno de los que se ha aprovechado de la existencia de un medio nuevo para vivir de él, debería esperar que la situación de novedad se perpetúe indefinidamente, para que los que hacemos como que sabemos algo del tema podamos sacarles las perras a los que no saben nada, pero la verdad es que espero que podamos asistir a la absorción de internet en el resto de las cosas. Hay cosas que me encantan del medio, pero no justifica la cantidad de idioteces que en su nombre se dicen.

Sigo pensando, desde el punto de vista del negocio, que internet da muchas oportunidades para afinar y cambiar cosas ya existentes, pero esas cosas no van a darse hasta que internet sea algo tan metido en la cotidianeidad que no se pueda decir, como ahora, eso de ‘trabajo en internet’.

Por lo demás, la gran novedad es el propio internet, el resto son aplicaciones más o menos astutas, muchas veces muy útiles y sorprendentes, pero poco más.

Lo que me da pena es el mundillo de internet en España, en el que nos limitamos a copiar, carecemos en general de la ambición para ir más allá de nuestras fronteras.

A mí me da la impresión de que sigue habiendo muchísima desconfianza en las posibilidades que tenemos a la hora de desarrollar cosas grandes e interesantes que puedan servir a todo el mundo. Supongo que gran parte de esa desconfianza viene de los batacazos de los proyectos importantes que se han abordado (me estoy acordando de Terra y de Teknoland, pero hay más) y es una pena, porque no creo que seamos peores que los franceses o los ingleses. Y además, hay que hacer de la necesidad virtud: si no tenemos un mercado lo bastante grande aquí, lo que hay que hacer es salir a buscarlo. Yo trabajo con empresas israelíes, que no se puede decir que tengan un mercado doméstico ni un idioma particularmente fáciles, y están por todos lados sin complejos de ninguna clase.

En cualquier caso, es buena época para saber cosas de internet, sobre todo las relacionadas con la creación y gestión de contenidos y para la publicidad.

Recomendación a la gente que se mete en proyectos

Que las cosas hay que verlas con toda claridad antes de tirarte a hacerlas, yo soy muy partidario de ‘tener una visión’ y una vez tenida, pasar de lo que te diga la gente. Este consejo no va a librar a nadie de equivocarse, pero yo creo que gran parte de la naturaleza del éxito está en la equivocación. Todo esto suena muy new age y de libro de autoayuda, pero lo digo en serio. Las cosas que más me han ayudado a conocerme han sido mis metidas de pata. No he logrado dejar de meterla, pero al menos cada vez me engaño menos a mí mismo.

Por otro lado hay una cosa que cada vez veo más claro: si solo piensas en el dinero, no llegas a ningún lado. No digo que el dinero no sea importante, que lo es, pero si he aprendido que si el único objetivo es ganar dinero, es más difícil. Además, si de verdad lo que quieres es ganar pasta, lo mejor es que te lo curres de verdad y trabajes en un banco o en la bolsa o cosas de esas que pagan en serio y no en tener una empresa, que es una especie de lotería.

Por último, diría que cuando se decide uno a dejarlo todo y montar un proyecto tiene que saber que lo más probable es que vaya mal. Así de crudo. Sin embargo, merece la pena hacerlo aunque solo sea por la experiencia.

Y por supuesto, el mejor entrenamiento es trabajar en una empresa y equivocarte con la pasta de otro.

La publicidad online. Red CPA.

La publi si que está cambiando. La gente se pasa el día delante de una pantalla y las oportunidades y maneras de llegar a las pantallas también cambia. Lo malo es que no sabemos exactamente qué va a pasar.

En el caso de la publicidad, en nuestra virtud está nuestro pecado: se puede medir. Antes, las mediciones eran una cosa solo medio relevante: había un consenso sobre las medidas, y encima se trabajaba con medios finitos, así que un aumento de la demanda se traducía inmediatamente en un aumento de precios.

La publi en internet es esencialmente infinita, así que la teoría dice que los precios tendrían que bajar, pero no bajan. Eso ocurre porque aún hablamos con ideas del offline como la cobertura, y los anunciantes no creen en la optimización como tal, menos en el caso de google.

Yo creo que el futuro viene de la mano del conocimiento de los medios y de la creatividad. Los marketplaces (Rightmedia por ejemplo) son los que van a liderar el mercado, no sólo porque tengan muchas impresiones y muchos soportes en los que anunciarse, sino porque van a dar conocimiento de lo que pasa con las campañas.

Mi apuesta persona viene por el lado del behavioural marketing pero no tanto de los usuarios como de los soportes, y a eso es a lo que se dedica Red CPA, a entender los soportes y a ser capaz de segmentarlos con criterios estadísticos para vender publicidad que funcione mejor. E intentando salir del yugo de Google, que se está convirtiendo en el gran peligro del mercado publicitario.

En el caso concreto de RedCPA estamos desarrollando una aplicación, Red Planner, cuyo uso es una herramienta de planificación unida a un adserver. Estamos pidiendo ayudas públicas de I+D y esperamos que nos vaya muy bien, por supuesto.

Entradas relacionadas

Deja un comentario