Tecnología y márketing ¿enemigos de la accesibilidad?

La accesibilidad está "de moda". Pero no nos engañemos. A pesar de todo, la web "siempre ha sido accesible". Sin un mínimo de accesibilidad y estándares, internet no sería lo que hoy conocemos. Pero ese mínimo basado en estadísticas de servidor no es suficiente: la era de Microsoft Explorer y el MacHTML llega a su fin.

El huracán Katrina en EE.UU. ha puesto de manifiesto la importancia de la accesibilidad: la información a los ciudadanos acerca de las tareas de rescate tenía un sitio web: FEMA.

Este sitio web estaba diseñado para Explorer 6, con lo que usuarios que utilizaban otros navegadores (Safari, Firefox) o plataformas (Mac OS, Linux) quedaban excluidos de información de vital importancia. Y mira que hay leyes obligando a ser accesibles.

Accesibilidad: miedo, moda y conciencia

Con la legislación actual, muchas entidades y organismos públicos se han lanzado a hacer accesibles sus sitios web o al menos parte. En este punto se está haciendo trampa: un banco, unas aerolíneas, una operadora de telefonía por ejemplo pueden decir que su web cumple requerimientos de accesibilidad� ¿pero hasta qué punto es una accesibilidad real?

Generalmente, la accesibilidad, se aborda de manera parcial y defectuosa: se confunde accesibilidad con validaciones y logotipos. Y se trabaja para salvar el expediente. Una directiva europea, una ley anunciando la obligatoriedad de adaptar servicios, un ranking de accesibilidad en una publicación de prestigio o simplemente el hecho de que la competencia comience a adaptar sus servicios son aceleradores de proyectos: el miedo es el detonador de muchos proyectos de accesibilidad.

Por otro lado, hay que diferenciar entre accesibilidad del contenido y accesibilidad de servicios, mucho más compleja a todos los niveles: usabilidad y conciencia por los equipos de desarrollo son claves para estos últimos.

Hacer accesible contenido web es sencillo. Es simplemente texto que bien estructurado puede pasar cualquier validación. Donde está el punto crítico y el verdadero impacto para los usuarios es en la accesibilización de los servicios transaccionales (comprar un billete, realizar una transferencia, recargar un saldo�). Hoy, pocas compañías u organismos pueden decir que su área de clientes o usuarios registrados es accesible.

Ser accesible implica preparar un sitio web para una interacción plena. Esto significa acceso y uso de todos los servicios por todas las personas independientemente de dispositivo. No importa el fabricante, ni su plataforma ni su navegador. No hay medias tintas, toma posición: o eres accesible o no eres accesible.

Barreras a la accesibilidad

Las grandes barreras a la accesibilidad, en mi opinión, han sido la falta de conciencia por los usuarios finales anteponiendo al servicio intereses ególatras que consideran un sitio como el centro de la WWW. Un sitio al que los usuarios acuden para disfrutar de su diseño gráfico, y que además se les pide â??Carné de Explorer y Flashâ? para acceder a través de un túnel de banda ancha.

Los proyectos web han de ser dirigidos por personas que conozcan el medio y lo usen habitualmente. Que tengan â??conciencia de usuarioâ? y sepan lo que es importante realmente en una web: contenido, servicios y facilidad de uso.

Algunos ejemplos de estas barreras:

Culturales

Ausencia de conocimiento o de obligaciones para ser accesible: Falta de conocimiento o de obligación de adaptar un sitio web a requerimientos de accesibilidad. Por ejemplo, los diseños dirigidos a plataformas y resoluciones concretas

Ausencia de conciencia: No existe conciencia de los beneficios de hacer un sitio accesible tanto para usuarios discapacitados como no discapacitados. A menudo, esta conciencia se desarrolla cuando aparece una ley, sucede una catástrofe o hay personas discapacitadas en su entorno. Todos vamos cumpliendo años, con lo que en el futuro seremos los primeros demandantes concienciados de accesibilidad.

Falta de especialización: Los diseñadores, creadores de contenido y desarrolladores no tienen la formación, los medios o la experiencia necesaria para implementar soluciones accesibles. El diseñador web debe adaptar su trabajo al medio Internet, no obligar a que sea Internet y los usuarios quienes se adapten a su web.

Márketing y búsqueda del impacto visual: Cuando se confunde márketing e imagen de marca con diseños impactantes visualmente (multimedia, flash, dhtml, elementos y terminologías incomprensibles) la accesibilidad se pone en peligro de muerte. Así, existen muchos diseños que son pesados de cargar, apenas comprensibles y verdaderamente incómodos de usar. A veces la mejor imagen de marca está en la sencillez: conocer y apoyarse en el mejor uso de estándares es la prueba de un buen diseño web.

Ausencia de políticas de control y/o mantenimiento: Sitios inicialmente accesibles pierden inmediatamente su cualidad por la ausencia de políticas de control de accesibilidad. Conciencia, formación y herramientas adecuadas para el mantenimiento acompañadas por controles periódicos harán más sencillo que nuestro sitio siga siendo accesible.

Tecnológicos

Percepción de costes elevados: A menudo, al planteamiento de hacer un sitio accesible le sigue una negativa bajo la percepción de que los costes de hacer accesible un sitio web son altos. Depende. En muchos casos, este coste es apenas insignificante, un poco de Diseño Centrado en el Usuario al principio seguido de un mínimo de método en el desarrollo del frontend y ya lo tenemos. O casi.

Herramientas defectuosas: Hay que trabajar con plataformas y/o herramientas que dificultan o imposibilitan la generación de contenidos o servicios accesibles. A veces, no hay más remedio, y sí, es mucho más caro hacer accesible el sitio que no hacerlo accesible. Por ejemplo, una gran empresa ha pagado licencias de un costoso gestor de contenidos o un servidor de portales cuyo output es código propietario no estándar. Adaptar eso significa abrir la plataforma, muchas veces cerrada, y tocar componentes delicados. El coste en estos casos es elevado. Quien hoy en día seleccione una plataforma, debería tener en cuenta hasta que punto la accesibilidad será crítica en la evolución de sus servicios.

Sistemas obsoletos y no integrados: Existencia de sistemas anticuados evolucionados durante años que hacen compleja su adaptación a requerimientos de accesibilidad. En este caso, resulta importante contar con arquitectos de sistemas que detecten y corrijan los puntos críticos para ofrecer servicios accesibles.

Una conclusión

Diseñar un sitio web accesible es relativamente sencillo si se parte de un mínimo de conciencia de lo que supone la web a nivel de servicio y se sigue un mínimo de metodología y especialización en el diseño, desarrollo y mantenimiento de sitios accesibles.

Conciencia: conocimiento del significado de Internet para la sociedad. Cultura de usuario real no ocasional y solidaridad a la hora de plantear el diseño de un sitio web. No es para el usuario de negocio, el diseñador, no es para el desarrollador� es para otras personas que muchas veces no conocemos.

Metodología: Un sitio web es un servicio o un conjunto de servicios que tiene su razón de ser en los objetivos de su propietario y las necesidades de los usuarios. El diseño centrado en el usuario tiene en cuenta el interfaz del sitio: desde su estructura, funcionamiento y apariencia hasta el código con el que se construye.

Especialización: el diseño centrado en el usuario es un proceso iterativo y contínuo. No se termina en un prototipo con una capa gráfica o en unas plantillas HTML. Hay que garantizar que la integración de esas plantillas en una plataforma se haga de manera cuidadosa y siguiendo unos estándares mínimos. Para ello es necesario equipos especializados y conocedores de las buenas prácticas de desarrollo front.

Asegura que todo el equipo es consciente de las implicaciones de un front cuidadosamente diseñado y construido. Realiza controles una vez integrado y diseña una política de mantenimiento de niveles de accesibilidad.

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