Las etapas de la web

1. Web corporativa

La web corporativa es el primer paso para muchas empresas en el mundo digital.
Los puntos clave de estas webs son:

1. Diseño = branding. Clave diseñar en línea con la identidad corporativa. La web tiene que ser una extensión directa de la empresa. Si trabajamos sin tener en cuenta la marca acabamos con un producto ajeno a la idea de empresa y por tanto ajeno a los empleados. Es clave que la web se vea como el primer y más importante escaparate corporativo de la empresa, sus valores y posicionamiento.
2. Noticias / blog. La comunicación con de la actividad de la empresa es un aspecto crítico en las webs corporativas. Que una empresa comunique su actividad de forma cotidiana es un buen síntoma. Con ese tipo de actividad, se podrá desarrollar la comunidad y la venta online. Si la comunicación no se desarrolla no se podrán dar los siguientes pasos y no se podrá desarrollar la web con naturalidad.
3. Recursos humanos. Otro aspecto crítico es toda la gestión de recursos humanos. Las webs corporativas suelen tener como sección con más tráfico, toda la sección de recursos humanos y trabaja con nosotros. Que una empresa sea capaz de captar talento con facilidad es un aspecto crítico para el futuro de la misma. Desarrollar esta sección con calidad, ofreciendo información clara, será vital para la empresa.
4. Marketing / Registro – "pre comunidad". Realizar acciones de marketing siendo la web el destino clave, nos permitirán ir creando un registro de usuarios y por tanto ir creando una pre-comunidad. Hacer pruebas permite identificar que públicos son los más interesados en la marca y que estímulos son los más atrayentes para ellos.
5. Productos y servicios – "pre-catálogo". Igualmente, la web corporativa debe ofrecer un catálogo claro de productos. Si la demanda de los mismos empieza a crecer, tendremos el camino claro para nuestra tienda.

2. Web comunidad

1. Participación. La gran diferencia entre la web corporativa y la web de comunidad es que los usuarios serán parte del motor de crecimiento. Abrir la web para la participación del usuario es el gran paso. Si la web funciona normalmente y los usuarios entran en la web con frecuencia, será normal hacerles partícipes de la misma. La clave para vencer las posibles resistencias internas es ir poco a poco. Votación primero, comentarios después puede ser una evolución lógica.
2. Diseño = feedback al usuario. Todo el esfuerzo del diseño debe estar en conseguir que las herramientas de participación ofrezcan un feedback claro y lógico. Cuanto más sencillo, gratificante y lógico, mejor para todos.
3. Registro. Si bien podemos hacer que los usuarios participen de forma anónima. Debemos tender siempre al registro. Tener los correos de los usuarios es clave.
4. Publicación ágil. Igualmente es clave consolidar la publicación de las noticias y actividad de la empresa y ser capaces de comentar toda la actividad interna de los usuarios. Gratifica mucha al usuario hacerle protagonista.

2. Tienda

1. Catálogo. Todo el esfuerzo de contenidos debemos hacerlo en el catálogo de productos. Las fotografías, contenidos de las fichas, y posicionamiento en buscadores será clave para el futuro desarrollo de la tienda.
2. Diseño = Proceso de compra. El esfuerzo de diseño hay que ponerlo en el proceso de compra. Las tiendas son siempre complejas y hacerlo fácil, sencillo y lógico requiere su dedicación.
3. Atención al cliente. Definir unos perfiles dentro del equipo para la atención al cliente es clave. La gestión de los pedidos es clave que sea eficiente, rápida y clara. Construir una base de clientes felices lleva tiempo pero nos permitirá que la tienda se convierta en una herramienta de venta potente.
4. Global. Ser globales es clave. Poder traducir la web es necesario y tener una logística de envío organizada serán claves del éxito.

Este último paso es quizás el más delicado e importante en el desarrollo de nuestra web. Pero si hemos dado los pasos en orden y hemos ido monitorizando la actividad en nuestra web, será un paso natural. Meterse en una tienda desde cero es complejo y puede hacer necesario una inversión fuerte para lograr un reconocimiento. Por eso es bueno disponer de una red que permita disponer de usuarios registrados y una comunidad a la que ofrecer nuestros productos.