El Crisol que estaba en mi barrio

Crisol, abrían a las 11 los fines de semana

Crisol era un sitio que vendía periodicos… era como un kiosko enorme… pero los fines de semana abrían a las 11. La verdad, para comprar periodicos si no abres a las 9 (por lo menos) no se si merece la pena abrir una tienda. Creo que abrían muy muy tarde. Esto nunca lo entendí.

Un día baje a comprar un atlas y no tenían

Entiendo que el foco de Crisol eran los blockbuster. Libros superventas, DVDs, CDs… Pero creo que fallaban estrepitosamente. Nadie compra DVDs, nadie compra CDs desde hace años y ellos seguían con un espacio enorme dedicado a esto. Por otro lado, un día baje con mi hijo a comprar un atlas para conocer el mundo y no tenían. Me quedé a cuadros. No digo que tengan libros especializados… pero un atlas del mundo, por favor.

No tenían un sitio para leer

Si no eres una tienda especializada y sigues vendiendo cosas que nadie compra, ¿no tendría sentido dedicar un espacio a poder sentarse y leer algo? ¿vender café de paso?. Las librerías americanas son un placer. Te puedes dar una vuelta, ojear cosas en la cafetería y al final llevarte algo. Son un sitio que merece la pena visitar. Son una gozada. Crisol creo que nunca despegó a ser algo como "La casa del libro" ni a ser algo como un sitio coqueto. Se quedaron en tierra de nadie. Como un kiosko grande. Sin mayor valor añadido. Ni chulo, ni especialista, ni rápido, ni con atención personalizada.

Poca visión de un grupo editorial

Lo de Crisol se podría entender si estas tiendas fueran propiedad de un grupo empresarial que invierte en esto como quien invierte en bolsa, pero siendo parte de un grupo editorial como Prisa cuesta entender los motivos para dejar morir algo tan importante como disponer de una cadena de distribución para tus productos sobre todo cuando no tienes recambio.

Crisol debería haber evolucionado a tienda coqueta de las que hacen falta. Vale que no tengan amplia selección (para eso está internet) pero si deberían apostar por ofrecer lo que internet no puede. Un sofa para sentarse, un café agradable, clubs de lecturas, cuenta libros (una vez fuimos a un Crisol que lo ofrecía), encuentros con escritores… llevar lo mejor del mundo offline a un sitio físico.

Lo más complicado del cierre de Crisol es que tal y como está el patio es un movimiento sin retorno. No creo que vuelvan estas tiendas y el hueco que se queda vacio no creo que se llene.

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