Cuando un estimulo aparece de forma repetida y frecuente nos insensibilizamos a él. Ello es causado un mecanismo neuronal muy primitivo que existe incluso en animales poco evolucionados. Por ejemplo, si nos pegan 50 pellizcos en el brazo a partir del quinto la sensación de pellizco disminuirá sensiblemente, a partir del décimo casi no sentiremos nada y a partir del vigésimo, nada de nada.
El reflejo de orientación es un mecanismo de defensa que nos hace girar la vista en dirección a cualquier ruido, cosa que se mueva o sea de vivos colores. Este reflejo de orientación es un mecanismo producido por la evolución humana para defenderse de agresiones externas. Hoy en dÃa este mecanismo sirve para poco, pero se muestra, por ejemplo, cuando se abre una puerta y se gira la cabeza en esa dirección. Sin embargo en una habitación donde constantemente entra gente por una puerta al poco tiempo se dejará de girar la cabeza en dirección a la puerta.La desensibilización ocurre de forma más acelerada si la información es irrelevante, es decir, no importa quién entra.
La identificación de los banners se produce por la creación en los usuarios de un esquema perceptivo que a través de determinadas claves visuales de los banners (forma, caracterÃsticas, imágenes, fondo llamativo, posición en la página, etc.) permite descartarlos como información a analizar. Esta ceguera visual sirve a los usuarios para discriminar entre contenido de posible utilidad (contenidos reales del sitio) y contenido de nula utilidad (generalmente publicidad). La ceguera es posible debido a este formato llamativo de la publicidad (que proporciona esas claves visuales identificativas).
Lo mismo ocurre con los banners, al principio no es posible quitarles el ojo de encima, pero finalmente los usuarios se vuelven "ciegos" a ellos. Pero no se produce una ceguera a los banners como tales, simplemente se aprenden unas claves visuales para descartar la información irrelevante. La principal de estas claves visuales apunta a la parte superior de la pagina, puesto que esa es la caracterÃstica más repetida de un banner. Asà se aprende a no prestar atención a esa parte de la pagina. Por supuesto si el banner se cambia a la parte inferior de la pagina, recibirá más atención, hasta que finalmente se aprenda a no prestar atención a la parte inferior. Con el reflejo de orientación sucede exactamente igual, si en vez de abrirse la puerta a la derecha (a la que se es insensible), se abre la puerta de la izquierda, se girarÃa la cabeza de nuevo. Si la nueva puerta se abriese constantemente aparecerÃa la insensibilidad de nuevo.
Los contenidos de los banners
La falta de contenidos útiles y de interés en la publicidad contribuye al origen de la ceguera e induce a los usuarios a descartarla, pero no es una gran diferencia con los otros medios de comunicación. En la radio, la televisión o la prensa, la publicidad raramente nos es útil, pero no existe forma de evitarla.
La diferencia es que en Internet existe una manera de identificar la publicidad, ignorarla y seguir prestando atención al resto de contenidos de interés: su formato chillón, llamativo y muy diferente del formato de los contenidos reales del sitio permite crear el esquema perceptivo antes comentado. Ahà están las claves visuales, en el formato de la publicidad.
Algunos diseñadores suponen que la ceguera a los banners ocurre solo si el banner es irrelevante para el usuario, pero no si el banner es relevante y solo aparece cuando esta muy relacionado con el objetivo o el perfil del usuario. Esto es parcialmente cierto. Si los sitios web hubieran actuado asà desde el principio la ceguera a los banners nunca se hubiera producido o no hubiese sido tan acentuada. Pero ha ocurrido exactamente lo contrario, cuanto más ceguera producÃan los banners, más llamativos y animados se diseñaban para contrarrestarla. Todo ello generó un efecto rebote, a banner más llamativo más rápidamente insensible se volvÃa la atención a ellos y desarrolló nuevas claves visuales para identificar la información irrelevante. Por esta razón aunque algunos sitios web usen los banners correctamente, los usuarios ya han aprendido a evitar los banners y seguirán aprendiendo, puesto unos pocos diseñadores no pueden cambiar el banner estándar, ni hacer desaparecer la ceguera a corto o medio plazo. La ceguera a los banners es actualmente independiente de los contenidos de los banners.
La influencia de los usuarios noveles
Algunos sitios afirman conseguir tasas de "click-through" demasiado altas para creer que el fenómeno de ceguera a los banners sea universal. Esta afirmación es también parcialmente cierta, la tasa deberÃa ser ridÃculamente baja si todos los usuarios fueran ciegos a los banners (y en muchos sitios lo es), pero la ceguera a los banners tiene un periodo de aprendizaje que requiere tiempo. Los usuarios noveles de internet no son ciegos a los banners porque aun no han navegado lo suficiente como para desarrollar la insensibilización (aún están en los primeros pellizcos). Al cabo de un tiempo los usuarios se volverán ciegos, aunque actualmente la cantidad de usuarios noveles navegando por Internet es tan que mantienen las tasas de "click-through" en niveles demasiado altos. A pesar de ello, llamar la atención de esos usuarios noveles no es interesante económicamente porque estos raramente se registran o compran en Internet ya que aún no han desarrollado la suficiente confianza en el medio.
Nuevos formatos de banners
Muchos autores optan por crear banners más grandes, con diferentes posiciones en la pagina, de formas diferentes, etc. Todo ello sube fugazmente la efectividad de la publicidad, porque se produce un cambio en el formato y por lo tanto en las claves visuales que ayudan a identificar los banners. Como resultado el esquema perceptivo que identifica banners y los descarta ya no funciona igual de bien. Sin embargo, la mayor efectividad de esta publicidad es fugaz porque estos nuevos formatos son lo suficientemente llamativos (contienen muchas claves visuales) y en poco tiempo el esquema perceptivo aprende distinguirlos y a descartarlos.
Posible solución
La única solución actualmente consiste quitar claves visuales a la publicidad, no hacerla llamativa, para que sea lo más difÃcil posible para los usuarios identificarla con el esquema perceptivo "descartador" de publicidad. Quitar estos elementos llamativos a la publicidad significa en la práctica que se parezca a los contenidos reales del sitio, asà se provocarÃa que cuando el usuario buscase información leyese la publicidad.
Sin embargo, con el uso de esta solución se deben de tener muy claros dos puntos:
a) Por un lado la publicidad debe estar identificada como tal por un subtÃtulo identificativo, para no tratar de hacer pasar publicidad como contenido real del sitio (en otros medios está regulado legalmente. Si se intenta confundir la publicidad con contenidos, los usuarios quedarÃan frustrados por la estrategia del sitio y su actitud serÃa muy negativa hacia el sitio.
b) Por otro lado se ha de comprender que Internet no es un medio donde la publicidad pueda ser introducida de manera indiscriminada, es decir, sin relación con los objetivos del usuario en esa página. Al introducir publicidad de manera indiscriminada los usuarios terminarán desarrollando ceguera también al nuevo formato de publicidad, que aún conteniendo un número mÃnimo de claves visuales, tendrá las suficientes para que a medio plazo los usuarios terminen ignorándola. Es responsabilidad de todos los sitios que esta estrategia se utilice con estas recomendaciones, puesto que si un sector suficientemente grande de sitios comienza a utilizarla indiscriminadamente, ello generará aprendizaje en los usuarios y terminará afectando a los sitios que solo ofrecen publicidad de forma honesta. El abuso en esta nueva estrategia de publicidad serÃa como matar la gallina de los huevos de oro y serÃa dar un paso hacia adelante y dos hacÃa atrás. Google ha comprendido esta estrategia parcialmente en la parte del formato y relación con los objetivos del usuario, pero no en la del abuso, para muestra un botón.
Otros argumentos
Es posible afirmar que todo lo anterior es pura teorÃa, pero que muchos de los estudios realizados hablan de la efectividad de los banners. Contra esto se pueden argumentar dos razones:
1- Los estudios sobre la efectividad de los banners deberÃan tener en cuenta como variable independiente el tiempo de experiencia de los usuarios en Internet. Hasta ahora poco estudios han tenido en cuenta esta variable. La mayorÃa de estudios intentan analizar la efectividad de los banners sin hacer referencia al tiempo de experiencia usando Internet de los usuarios. Sin embargo ésta es la variable principal en el desarrollo de la ceguera a los banners. Si no se considera esta variable el estudio carece de validez puesto que no sabremos si los usuarios prestan atención a los banners porque son noveles o no.
2- Los banners son la fuente de ingresos principal de muchos sitios web y lo que da trabajo a mucha gente, casualmente los mismos que se reconvierten a especialistas en usabilidad y realizan estos estudios. SerÃa la primera vez que alguien tirase piedras sobre su propio tejado.