Cuando convocar un concurso de diseño (y cuando no)

Cuando no convocar un concurso de diseño

La solución ganadora va a tener una duración prolongada en el tiempo
Si necesitas una solución casi permanente, es mejor trabajar de forma cercana a tu proveedor. Una solución que va a tener una vigencia extensa en el tiempo requiere un conocimiento de las aplicaciones bastante profundo así como de los posibles intermediarios que puedan tener necesidades de aplicación de la solución gráfica.

Soluciones más efímeras en el tiempo (una campaña puntual, un cartel, una promoción específica) se son acciones que se pueden resolver mediante concursos.

Existen multitud de soportes para tu solución
Si el diseño ganador se va a aplicar a multitud de aplicaciones en diferentes soportes, medios, empresas, soluciones… es mejor que el proveedor trabaje cerca y de forma cercana.

Será necesario mucho ensayo y error hasta encontrar la solución adecuada que pueda desarrollarse de forma adecuada en todos los soportes sin perder claridad, identificación, etc…

Soluciones en las que el soporte es único o muy reducido, pueden ser resueltas en un concurso público (cartel, invitación navidad…).

Tu solución va a convivir en entornos competitivos
Si tu marca va a estar expuesta en entornos muy competitivos es mejor pasar por un proceso de consultoría dónde se evaluen el mercado, competidores, etc. Estos procesos son necesarios para evitar llegar a soluciones ya existentes en el mercado.

En el entorno actual pensar que nuestra solución no va a competir con otras es algo poco realista.

Todas las soluciones compiten con otras, lo único que puede ocurrir es que nuestro contenido sea tan específico y único que no tenga competencia en su "mercado". Un cartel de Carnaval no tendrá competencia ya que no existen otros carnavales en la misma ciudad.

Más allá de problemas técnicos. ¿Qué debe resolver un concurso?

Los concursos son herramientas adecuadas para expresar una creatividad y captar a un cliente.

El problema que tienen los concursos es que vas a tener a mucha gente pensando sobre un mismo problema y a veces es mejor tener a 1 sola persona pensando diferentes soluciones.

¿Qué queremos decir con esto?
Cuando mucha gente se pone a pensar sobre una misma idea, debes asumir que un 80% de esa gente llegará a la misma solución. Puede ser que un 15% encuentre algo diferente (lo cual no quiere decir que sea bueno) y un 5% puede ser que llegue a algo bueno.

El proceso de los concursos son viscerales y poco estructurados. El encontrar la solución adecuada tiene más que ver con la suerte que con la aplicación de un sistema.

Por otro lado, cuando se le encarga a un equipo la solución, este equipo puede sistematizar el proceso de diseño e ir explorando las diferentes soluciones hasta encontrar la solución adecuada.

Cómo todo lo que depende del talento, no hay garantías en ninguno de los procesos.

Lo que si debes considerar es que cuanto más exigente es la solución de diseño (duración prolongada en el tiempo, aplicación extensiva de la solución tanto en soportes como en formatos, mucha competencia) más cercanía y contacto necesitas con tu proveedor para poder ajustar, revisar, modificar…

Por lo contrario, para soluciones puntuales, con formatos claramente acotados, los concursos de diseño son la herramienta adecuada para introducir frescura y creatividad.

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