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Infografía 2.0: Entrevista a Alberto Cairo sobre su nuevo libro

Ha llovido mucho desde que entrevistamos a Alberto Cairo en Alzado en el 2004. En aquella ocasión su trabajo nos impresionó mucho y quisimos saber más. En este caso el motivo de la entrevista es su nuevo libro "Infografía 2.0: visualización interactiva de información en prensa" que por cierto, he leído y puedo recomendar. El libro está disponible en El Corte Ingles y en La Casa del Libro y es posible descargar el primer capitulo desde su web personal.

Eduardo Manchón: Te perdimos la pista después de que dejaste elmundo.es ¿qué has hecho desde entonces?

Alberto Cairo: Desde mediados de 2005 soy profesor en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, Estados Unidos. Enseño a crear gráficos informativos, visualizaciones en tres dimensiones, etc. El nuevo trabajo me da mucha más libertad de acción, por lo que también he podido dedicarme a investigar, escribir, organizar cursos y conferencias, e incluso plantar la semilla de una consultora de visualización de información para medios, Visualópolis.com Visualópolis, proyecto todavía en desarrollo.



Eduardo Manchón: ¿Cuál es el objetivo de tu nuevo libro?

Alberto Cairo: Dar algunas claves para la discusión sobre lo que es y no es buena infografía periodística (o visualización de información en prensa, como la llamo en el libro), por medio de un estudio breve de sus orígenes, objetivos y límites, y de la observación de sus mejores representantes. También, a partir de una lectura crítica de los textos académicos sobre la materia, que en muchos casos pierden foco por culpa, en parte, de su carácter multidisciplinar.




Infografía 2.0: visualización interactiva de información en prensa

Eduardo Manchón: ¿A quién piensas que puede resultar interesante?

Alberto Cairo: A cualquiera atraido por la plasmación visual de informaciones, en primer lugar. En segundo, a periodistas en activo (no sólo visuales), que siempre protestan con razón por la falta de textos que se ocupen de los usos de la infografía en diarios y revistas. A pesar de tratarse de un libro con un ligero tono académico, lo escrito tiene aplicación práctica y directa en el trabajo diario del profesional. En tercero, a estudiantes y profesores, que también sienten la escasez de referencias teóricas para tesis y artículos. Como digo en la introducción, el ánimo de este libro no es ser el manual definitivo (espero que mi próximo trabajo, marcado para 2009, merezca un epíteto similar a ése) sino señalar el camino para futuras investigaciones y debates.

Eduardo Manchón: En la época de la súper abundancia de información la censura es innecesaria, basta no hacer visible la información o no hacerla suficientemente clara ¿Piensas que la infografía y a la representación visual de información van a jugar un papel importante en la democratización de la información?

Alberto Cairo:: Todo depende de si se concibe al creador de visualizaciones como un comunicador, un creador de contenidos, o tan sólo como un mero diseñador gráfico o "artista". Una buena visualización revela patrones y realidades ocultas detrás de confusas tablas numéricas y discursos políticos basados en estadísticas muchas veces usadas de forma torticera. Si el periodista visual domina las herramientas conceptuales básicas en el trabajo infográfico, su labor es inestimable. En caso contrario, contribuirá a la confusión pública.

En realidad, cuando hablamos de exceso de y acceso a la información nos encontramos ante el gran debate general sobre lo que significa ser periodista, tan en auge hoy en día. El periodista no es quien trabaja en un medio de comunicación, sino la persona que recoge, organiza, procesa y ofrece al usuario información de actualidad y calidad, siguiendo estrictos estándares éticos, para que aquél pueda desenvolverse mejor en su entorno. Si recibe un salario o no por ello es, con toda franqueza, irrelevante para la definición de su rol en la sociedad.

En otro sentido, ya que me preguntas por "democratización", ésta no se da sólo en el acceso a la información, sino que se está extendiendo a las herramientas usadas para procesarla y plasmarla visualmente. Pensemos en el reciente caso de Many Eyes, una herramienta experimental en la que los lectores no sólo pueden crear visualizaciones, sino compartirlas, comentarlas, mejorar las creadas por otros, etc. The New York Times sugirió que podría ser el embrión de una especie de YouTube de la visualización. Hay muchos indicios de un próximo boom de la infografía.

Eduardo Manchón: ¿Sabes de algún caso donde la representación de información haya cambiado la percepción de la población general sobre algún asunto importante?

Alberto Cairo: Medio en broma, medio en serio, el uso de la clásica proyección Mercator durante la Guerra Fría. Debido a la forma en que está construida, en esta proyección el tamaño de las regiones más alejadas del Ecuador está distorsionado hasta extremos ridículos. Los territorios de la extinta Unión Soviética aparecen gigantescos, ocupan varias veces su superficie proporcional real. Hay varios ejemplos del uso propagandístico de mapas en el muy recomendable How to Lie With Maps, de Mark Monmonier, y en varios artículos académicos fácilmente encontrables en Internet por medio de una sencilla búsqueda ("maps and propaganda").

En realidad, no hemos llegado al punto de que, sistemáticamente, un solo gráfico pueda mudar el discurso público, pero el uso de muchos gráficos creo que sí puede hacerlo. Sin tener datos empíricos que respalden mi hipótesis, intuyo que el uso masivo de animaciones en tres dimensiones (cuyo estilo recordaba al de videojuegos de éxito) en los canales de TV estadounidenses antes y durante la guerra de Irak tuvo un impacto en cómo la audiencia percibió la invasión. Por eso me preocupa tanto el uso de infografía durante conflictos bélicos, asunto al que he dedicado un artículo, por cierto.

Eduardo Manchón: Muchas infografías son meramente descriptivas, sin embargo se dice que el periodismo objetivo siempre debe contar las dos versiones de la misma historia. ¿Cómo se hace eso en una infografía?

Alberto Cairo: En realidad, el periodista no debe dar el mismo peso a las diversas versiones de una historia. Eso es un invento de columnistas y tertulianos, que siempre se escudan en el "todas las opiniones son respetables" para justificar sus carencias.

Dar "las dos versiones" de una historia desemboca casi siempre en un mero periodismo declarativo: este personaje dice una cosa, el otro contesta… El periodismo no es eso. O, por lo menos, no es sólo eso. El periodista es un narrador y un intérprete y, como tal, debe encontrar la forma correcta de contar una historia sin caer en relativismos; sin olvidar que la objetividad es una quimera, pero teniendo buen cuidado de que sus opiniones no interfieran con la información. Philip Meyer escribió una vez que, salvando las distancias, el periodista debe comportarse como un investigador científico, en el sentido de ser extremadamente riguroso con el tratamiento de las fuentes, la corroboración de datos, la comprobación, etc. En España, donde el periodismo de trinchera, marrullero y repugnante, es tan bien pagado, y el trabajo de tantos y tantos buenos profesionales es menospreciado por directivos de empresas de comunicación, esta idea parecerá un disparate, supongo.

Eduardo Manchón: Me ha llamado mucho la atención que incluyas en el libro la infografía/simulador que compara la rentabilidad de la compra con el alquiler de inmuebles. Es un simulador realmente complejo con muchas variables, pero fácil de usar y el gráfico resulta muy útil para interpretar los resultados. Hasta ahora solo había visto por un lado simuladores muy sencillos, como los de préstamos bancarios, o los extremadamente complejos de uso profesional o científico ¿Crees que los simuladores se popularizarán?

Alberto Cairo: Ya lo están haciendo. Hoy en día es posible encontrar una buena cantidad, y creo que en el futuro se propagarán aún más porque los medios de comunicación percibirán que, además de contar la actualidad, uno de sus objetivos centrales es ser útiles a sus lectores. Una herramienta interactiva como la citada en la pregunta es rentable en el medio plazo porque nunca caduca, como una historia de actualidad, sino que puede ser usada una y otra vez, y los usuarios continuarán volviendo a ella mucho después de su publicación. En el libro hablo de que, en algunos casos, el infógrafo ya no es quien diseña un gráfico para que el lector vea la "forma de los datos", sino en quien crea la herramienta de software para que el lector explore los datos por sí mismo, los adapte a sus necesidades, los personalice.

Eduardo Manchón: También mencionas la crisis del periodismo y el papel del periodista como filtro e interprete de la información. Sin embargo con el periodismo actual de copy-paste y las notas de prensa estándar de las agencias ese papel ha quedado muy reducido ¿es la infografía y en general la capacidad de representar información la última baza del periodismo para cumplir su función?

Alberto Cairo: No. La visualización de información es un una forma de codificación, como lo es el texto. Ver a la infografía como tabla de salvación es un error. El problema de la crisis de identidad del periodismo es mucho más profundo.

Eduardo Manchón: Han aparecido muchas APIs de uso libre que permiten cruzar muchos datos de diversas fuentes para crear algo nuevo e interesante, por ejemplo, Chicago Crime (una representación en un mapa de los crímenes cometidos en Chicago) que citas en tu libro. Sin embargo no es fácil representar información compleja de manera sencilla ¿Que opinas de las
mash-ups en general? ¿y de las basadas en mapas?

Alberto Cairo: Todavía queda mucho por explorar: hay muchos ejemplos espantosos y confusos del uso de esas tecnologías, simplemente por desconocimiento de las mínimas reglas de la cartografía, la representación estadística, la aplicación correcta del color y la tipografía, etc. Pero soy un convencido de la sabiduría de las multitudes: si el uso de visualización de información se propaga, se democratiza y normaliza, aparecerá la masa crítica suficiente para que surjan iniciativas de calidad cada día mayor. Aun así, la famosa revelación de Theodore Sturgeon seguirá siendo verdad por los siglos de los siglos.

Eduardo Manchón: Un capítulo del libro explica hasta el más mínimo detalle el funcionamiento del departamento de gráficos del New York Times, ¿por qué tanto nivel de detalle?

Alberto Cairo: Porque es el que mejor representa las tesis que sostengo en el libro. La infografía se ha concebido durante mucho tiempo como un objeto medio decorativo y medio informativo, con el que los editores de diarios no saben muy bien qué hacer. Hoy en día, gracias en parte al trabajo de los diarios de calidad norteamericanos, como The New York Times, Washington Post, etc., esta visión está cambiando y llega a diarios en otras partes del mundo: en España en los últimos años, a Público, por ejemplo, que pese a tener un departamento de gráficos pequeño, publica un trabajo estimable (claro que la buena infografía en nuestro país ha sido, con sus altos y bajos, una tradición).

La infografía de prensa se está dejando permear cada día más por disciplinas hermanas, como la cartografía, la visualización estadística y científica, entre otras. La propia noción de infografía periodística acabará por mudar: ya no será un mero derivado mutante de la ilustración, sino una forma de codificación de contenidos en el mismo nivel que el texto escrito, el vídeo, el audio. Como escribo en el libro, a cada tipo de historia le corresponde una forma de codificación que se adapta a su naturaleza. La infografía es uno de ellos. Y en el Times lo entienden muy bien.

Eduardo Manchón Y para terminar, ¿puedes decirnos tu infografía preferida?

Alberto Cairo: El mapa del Metro de Londres de 1933, del gran Henry Beck, tal vez el más bello ejemplo clásico de cómo el grado de abstracción en una visualización puede ser directamente proporcional a su utilidad.
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Desde Alzado agradecemos a Alberto Cairo su colaboración en esta entrevista.

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