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El papel de la redundancia en el diseño de interacción

El lenguaje

Si entendemos que una de las muchas características del lenguaje, es ser un "canal de comunicación", tenemos que aceptar que por su naturaleza, este canal no está falto de obstáculos para cumplir dicha función.

Pongámonos en situación: un emisor lanza su mensaje y pretende que este llegue con la mayor nitidez, claridad y eficacia, a un receptor. Pero en su labor de descifrado, dicho receptor se encuentra con barreras de distinto tipo para la comprensión del mensaje. De esta forma la sensación inicial de seguridad al principio del proceso, se torna incertidumbre cuando aparecen en escena las interferencias no deseadas. Una de las más importantes es el ‘ruido’. El ruido en este contexto, es el conjunto de señales añadidas e impredecibles, que aumentan la probabilidad de error en el proceso de comunicación.

Los elementos intrusivos en la comunicación, son inevitables y consustanciales al propio canal de comunicación. No es caso aquí, de analizar los motivos de la intromisión de elementos no deseados en el proceso de comunicación. Sino de ver su paralelismo en el diseño de interacción y las formas de reducirlos, para conseguir una buena experiencia del usuario en el ámbito de los medios digitales.

La redundancia

Continuemos con el lenguaje y la incertidumbre que introduce el ruido en el proceso de comunicación. En este escenario, existe una manera de reducir estas perturbaciones comunicacionales. Esta no es otra que la de recurrir a la ‘redundancia’. Black dice que: "un mensaje es redundante cuando comprende más símbolos de los necesarios para llevar su información". Mientras que en otros ámbitos la redundancia es algo a evitar, en el proceso de comunicación es uno de los elementos más utilizados y útiles para cumplir la función de comunicar de manera efectiva un mensaje. Es más, este mismo autor asegura que el grado de redundancia de los lenguajes naturales ronda el 50%.

Un ejemplo claro de uso de la redundancia como medio de reducción de malos entendidos, se da en las comunicaciones telefónicas. Sin ir más lejos, en â??dnxâ??, anteriormente nos llamábamos â??dnextepâ?? (contracción del inglés "the next step"). Cuando comunicábamos el nombre a nuestros interlocutores por teléfono el mensaje no llegaba de forma eficaz y recurríamos a la redundancia para reducir la confusión (hay que tener en cuenta que este hecho se daba en el contexto de habla hispana).

La fórmula que utilizábamos era deletrear el nombre de la empresa: d de Dinamarca, n de Navarra, e de España, x de xilófono, t de Tarragona, e de España y p de Portugal. Si nos fijamos, la cantidad de símbolos (fonemas) utilizados para lograr el objetivo de comunicar el nombre de la empresa, es con mucho mayor que el del nombre original.

Esta cantidad de símbolos utilizados, a simple vista, puede parecer gratuita, e incluso innecesaria. Pero según el contexto dado de la situación de interacción, no es ajena a la utilización del lenguaje de forma común. Este uso del lenguaje, es uno de los recursos necesarios que utilizamos normalmente cuando hablamos con otras personas para protegernos contra descuidos, falta de atención y/o confusiones, que se dan en todo proceso de comunicación.

Su aplicación en el diseño de interacción

Al llevar lo dicho anteriormente al ámbito del diseño de interacción pareciera, en un principio, que se contradice con uno de los heurísticos de Usabilidad de Nielsen. .En concreto el de "Diseño y estética minimalista":

"Dialogues should not contain information which is irrelevant or rarely needed. Every extra unit of information in a dialogue competes with the relevant units of information and diminishes their relative visibility", Ten Usability Heuristics.

En realidad el recurso de la redundancia en el ámbito de la interacción en medios digitales es tan útil como en los procesos de comunicación verbal de nuestro día a día. ¿Por qué es recomendable la redundancia en este contexto?, porque permite:

1. Desarrollar un diseño flexible, y así dar cabida a las necesidades de usuarios con diferentes perfiles y/o niveles de conocimiento del site.

2. Reducir la frustración de la interacción derivada de descuidos o falta de atención.

3. Evita confusiones y de esta manera es una buena forma de prevenir errores.

4. Añade un grado de comodidad a la interacción usuario-site.

Si atendemos a lo que se repite, inicialmente podemos identificar dos tipos claramente diferenciados de redundancia dentro del campo del diseño de interacción:

� Redundancia total: aquella situación redundante en la cual se repite tanto la funcionalidad en si (aquello que me permite hacer el sistema), como los elementos de interacción (elementos que me permiten ejecutar la funcionalidad).

� Redundancia funcional: aquella situación redundante en la cual únicamente se repite la funcionalidad, cambiando en alguna media los elementos que me permiten ejecutarla.

Para mostrar la utilidad y uso de la redundancia en el caso de los medios digitales pondré algunos ejemplos que se están dando en la actualidad:

Ejemplo 1: Google como ejemplo de redundancia total

Google duplica la misma funcionalidad de realizar nueva búsqueda en sus páginas de resultados.

En la imagen 1 se muestra un listado de resultados de una búsqueda realizada en el site de google. En esta página el usuario puede hacer una nueva búsqueda tecleando una nueva cadena de caracteres en el campo de texto situado en al parte superior de la página (a). Pero además, google coloca el mismo modo de interacción (campo de texto + botón de acción), para la misma funcionalidad, en la parte inferior de la página (b).

De esta forma y recurriendo a la redundancia, google facilita al usuario la interacción con la página. Esta condición se hace efectiva cuando a dicho usuario no se le obliga a desplazar el cursor hasta la parte superior de la página para realizar una nueva búsqueda. El beneficio o bondad de la redundancia en el diseño de páginas web, se hace más evidente cuanto mayor es la longitud de la página en cuestión.

Ejemplo 2: Idealista.com, como ejemplo de redundancia funcional

Idealista pone a disposición del usuario dos formas distintas para realizar la misma funcionalidad de "Ordenar resultados".

En la imagen 2 se muestra un listado de resultados de inmuebles en el site de idealista. En esta página el usuario puede dictar el orden de los resultados: a) bien mediante la combinación de las opciones de un combo y dos radio buttons, y b) haciendo clic directamente en las cabeceras de las columnas de la tabla.

De esta forma y recurriendo a la redundancia idealista evita que el usuario pueda pasar por alto la posibilidad que tiene de ordenar los resultados (funcionalidad muy importante en este tipo de contextos). Por otro lado aquellos usuarios que no estén familiarizados con la práctica de hacer clic en las cabeceras de las tablas para ordenar resultados de las mismas, no encontrarán mayor problema ya que disponen de una alternativa lo suficientemente visible en la parte superior de la tabla.

A modo de conclusión:

A mi modo de ver el papel de la redundancia en la mejora de la experiencia de uso de un site, como se ha expuesto a lo largo de este texto, es una aliada de un buen diseño de interacción. Aunque no es menos cierto, que su correcta utilización viene dada de un análisis exhaustivo previo de la aplicación en la cual se incluirá, además del contexto de uso. De ahí que el concepto de redundancia, por sí solo no tenga validez sino es aplicado en beneficio de la facilidad y utilidad de uso. He aquí la doble cara de este recurso de diseño de interacción, un abuso de redundancia puede generar una experiencia tediosa en el usuario, mientras que un uso cuidado y medido de la redundancia puede aumentar la sensación de control y satisfacción del usuario al navegar por un sitio web.

Es en este último punto donde la pericia y la expertise del diseñador han de marcar la diferencia, incluyendo las debidas pruebas con quien realmente utilizará el producto, que no es otro que el usuario.

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