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¿Hacia dónde van los weblogs?

Existen excelentes weblogs en español, el artículo de Wired "Los blogs españoles dejaron la adolescencia" se hace eco de ello y refleja el importante papel que los weblogs o bitácoras están desempeñando en España.

En nuestro país al igual que en otros países de desarrollo tecnológico deficiente, las ideas e iniciativa de individuos anónimos frecuentemente van por delante de las empresas y no digamos ya de los gobiernos.

Aquí se dan las condiciones óptimas para que los weblogs se conviertan en una alternativa o complemento a los medios tradicionales. No hablo de sustituirlos porque para contar las noticias de actualidad y comprobar la veracidad de las fuentes, es necesaria una infraestructura que solo los medios tradicionales pueden disponer.

Sin embargo, los weblogs pueden ser un complemento a estos medios por su flanco más débil, el análisis y la interpretación de la realidad. Además también funcionan como filtros de información que dan más o menos relevancia a ciertas noticias, independientemente de la línea de los medios tradicionales.

El "problema" es que weblogs arrastran características propias de su origen como diarios personales y fuentes de experimentación constante. Quizás lo mismo que les da el encanto para triunfar a pequeña escala es lo que les impide convertirse en algo más.

Ese "algo más" está por ver, pero nunca estuvo tan al alcance de autores anónimos y con pocos recursos llegar a tanto público. Creo que los weblogs son solo un aperitivo de lo que se nos avecina cuando la tecnología se convierte en herramienta de cambio social.

No todos los weblogs actuales pueden transformarse en "algo más", en realidad solo un minoría tienen el potencial de hacerlo. Para ellos es el momento de dejar de lamentarse de ser pocos y mal avenidos y afrontar el reto.

El momento dulce de los weblogs

Hasta ahora los weblogs han tenido muy buen posicionamiento en Google y otros buscadores, lo que provoca que muchas búsquedas den como resultado páginas de weblogs. Las tecnologías utilizadas por las bitácoras permiten indexarlos muy bien y la enorme cantidad de vínculos entre weblogs los potencian en los rankings de resultados.

Por otro lado el perfil de muchos autores, personas conectadas permanentemente a la Red, de mucha iniciativa y ligados a su desarrollo provoca que tengan muchas visitas y un gran peso especifico.

Sin embargo ¿qué pasará cuando la situación se normalice? Tarde o temprano Google y otros buscadores serán capaces de valorar a los weblogs en su justa medida y su posicionamiento bajará drásticamente. El fenómeno dejará de ser una moda y recibir tanta atención de los medios. Cuando el usuario mayoritario de la Red sea una persona corriente y de conocimientos básicos, los weblogs actuales estarán a años luz de ellos.

En esta situación los weblogs parecen destinados a convertirse en gritos en el desierto, en recuerdos de una época feliz, cuando tienen el potencial para convertirse en medios del mismo nivel que los tradicionales.

Los impedimentos para que los weblogs se conviertan en "algo más" no son pocos y provienen de la propia cultura que los generó. Esto hace muy difícil que evolucionen. Un weblog es un lugar donde el autor dice lo que le viene en gana, está en su derecho y cualquier tipo de â??autodisciplinaâ? interna puede ir contra sus principios y ser difícilmente aceptada.

Calidad de los contenidos

Los weblogs son muy irregulares, incluso los mejores entre ellos tienen frecuentes altibajos en la calidad de sus contenidos. La escasez de recursos y tiempo de un único autor provoca estas irregularidades que decepcionan al lector.

Si el determinante del éxito de un weblog es la calidad de los contenidos, ésta debería ser la prioridad de los autores. Sin embargo en algunos casos esto no es así. Las bitácoras nacen como juguetes donde el autor experimenta, son concebidas como un fin en sí mismas y no como un medio.

Cuando el lector ya no es el mismo

Las bitácoras se inician con un público muy reducido y específico, amigos y conocidos del autor principalmente. Con el tiempo si tiene éxito, lectores más heterogéneos y variados hacen su aparición.

El problema es que en muchos casos el autor no percibe este cambio o trata de mantenerse fiel a los principios que originaron el sitio. Sigue escribiendo del mismo modo sin tener en cuenta que ahora de alguna manera tiene una â??responsabilidadâ? con la audiencia. Por supuesto el autor es libre de renunciar a esa audiencia, pero cuando tiene la oportunidad de llegar más lejos con su mensaje es el momento de aprovechar el momento.

La elección es difícil. Aceptar el cambio en los lectores conlleva repensar los contenidos, publicar con más calidad, ser más pedagógico, menos exclusivista y de alguna manera bajar al nivel de la gente de la calle.

Esto puede será percibido por el autor o los lectores más fieles como bajar el nivel o "venderse", pero también debe ser entendido como una oportunidad para llegar a quienes antes nunca hubiera llegado, un primer paso.

Un ejemplo de este tipo de evolución es barrapunto.com Su influencia, temas y audiencia ha crecido tanto que casi parece desbordar a sus moderadores. Sin embargo los moderadores (o algunos de ellos) de alguna manera no han percibido o aceptado estos cambios, ni que su "responsabilidad" es muy grande a la hora de filtrar noticias. Quizás esto explica las constantes salidas de tono de alguna de las noticias publicadas y los altibajos de calidad.

Temática

Las bitácoras sobre nuevas tecnologías y sociedad de la información abundan excesivamente. Se echan en falta más weblogs sobre política, fotografía, música, cine… bitácoras que existen, pero en menor número.

Dada la temática reducida, son evidentes los casos en que todos los autores hablan de lo mismo al mismo tiempo para decir muy poco y a continuación citarse entre ellos como fuentes.

Si tener una perspectiva personal sobre los temas es una de las características que determinan el éxito de las bitácoras la originalidad debería ser un valor más en alza.

Sentimiento de comunidad

Aunque este sentimiento de comunidad y apoyo mutuo ha sido clave en el desarrollo de los weblogs inicialmente, los favoritismos y el corporativismo excesivo hacen un flaco favor a la calidad y credibilidad de las bitácoras. La credibilidad cuesta mucho ganarla, pero es muy fácil perderla.

De poco sirve a los lectores que un weblog vincule sin razón ni motivo a media comunidad de weblogers o a sus mejores weblogs amigos para obtener reciprocidad. Vincular supone avalar una página, recomendarla a los lectores porque se considera interesante o de utilidad, lo que no es el caso.

Potenciar o alabar artificialmente a otro weblog sin razón justificada quita credibilidad al weblog que lo hace como fuente fiable de información. Todos tenemos debilidades, pero el amiguismo en algunos weblogs es descarado y hasta se hace gala de él.

Por otro lado, muy pocos autores se molestan en escribir una pequeña explicación sobre los vínculos que recomiendan para que el lector pueda valorar si le pueden interesar visitarlos o no. El nombre de la bitácora vinculada suele ser la única indicación.

Generación de conocimiento de valor

Mucho de lo que se publica en las bitácoras no pasa de unas pocas líneas, demasiado poco para generar conocimiento. Se echan en falta razonamientos elaborados que permitan discusiones de valor. Una lástima cuando sabemos que el autor tiene mucho más que aportar.

Cuando una idea no se desarrolla en un espacio suficiente se provocan muchos malentendidos. Luego el autor necesita muchos comentarios para explicar su posición exacta frente a las críticas feroces y los comentarios indignados de los lectores, en definitiva, se producen las llamadas "flamewars" o guerras de comentarios.

Algunos autores lo tienen claro y cuando quieren profundizar en un tema escriben un artículo completo. Otros no tienen complejos y escriben posts de mayor extensión, cosa que realmente agradecen los lectores.

Otro elemento que permite que el weblog se convierta en una fuente de información a la que recurrir es incluir un directorio temático, una interfaz que aunque poco utilizada debe estar siempre presente. El formato más abundante es el cronológico aunque nadie sea capaz de recordar la fecha en que se publicó cierto contenido.

Egocentrismo

Es otro de los elementos que muchos dirían que da su gracia a los weblogs o bitácoras. Y es cierto que puede ser gracioso que alguien nos cuente que tipo de música está escuchando mientras escribe, que se siente triste porque se le murió el canario o que está deseando ir al cine a ver el estreno de tal película. Sin embargo, si se mira de otro modo puede ser poco respetuoso con los lectores o poco modesto considerar que esto puede interesarles, sobre todo en los casos en los que el autor sabe perfectamente que tiene un weblog de éxito con gran audiencia y no solo le están leyendo sus amigos.

La existencia continúa de flamewars es percibida por algunos autores como una buena señal de la actividad de una bitácora. Todo lo contrario. Aunque es normal y bueno que algunos debates apasionen, la tendencia de los autores y un reducido grupo de lectores a interminables discusiones metafísicas sobre el sexo de los ángeles y otros menesteres de difícil acuerdo, tiene poco éxito entre el resto de lectores.

Preocupación excesiva por la tecnología y la estética

Los weblogs se expandieron con la aparición de tecnologías (Blogger y MovableType entre ellas) que permiten publicar con facilidad. Ello hace comprensible la preocupación de los autores por la tecnología utilizada.

Sin embargo muchos autores invierten muchas horas y esfuerzo en mejoras tecnológicas internas que en la mayoría de casos los lectores apenas notan. Huelga decir que están en su derecho de utilizar su tiempo como deseen, pero objetivamente representan un derroche de recursos donde apenas los hay.

Del mismo modo apenas hay bitácora que continúe más de un año con el mismo diseño gráfico. Nuevos estilos, logos, fondos y fuentes, son una constante preocupación de los autores, a pesar que tienen poco efecto en el éxito del weblog entre los lectores.

Proyectos conjuntos

Publicar frecuentemente en una bitácora está reñido con la calidad cuando lo hace una única persona. La unión de varios autores en weblogs conjuntos da muy buenos resultados como algunos casos demuestran.

Contar con segundas y terceras opiniones es la mejor medicina para subir la calidad de los contenidos y combatir el egocentrismo. Hasta el mejor autor tiene un día malo, pero uno mismo raramente se da cuenta. Solo alguien de confianza se atreverá a decirlo. Un proceso mínimo de supervisión entre autores permite mantener la calidad de la bitácora.

Eso si, se recomienda no ser excesivamente ambiciosos porque proyectos conjuntos con necesidad de gran coordinación inicial o constante son garantía de fracaso. Unos objetivos realistas son la clave, todo autor sabe que cuando uno trabaja por amor al arte solo hace lo que realmente le gusta.

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