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Argumentaciones sobre Usabilidad

Analizando esta realidad, las primeras preguntas que me vienen a la cabeza son ¿Realmente sabe la gente lo que es la Usabilidad?. ¿Entienden para qué sirve y qué implica?. ¿Saben qué es lo que comprende y lo que excluye la Usabilidad?. A raíz de cómo he sido indagado, no podría dar una respuesta afirmativa a ninguna de estas preguntas.

El primer argumento que se me plantea para dar respuesta a estas cuestiones es la diferenciación que es percibida hacia los profesionales de usabilidad. Esta se viene a dar en dos vertientes:

Evidentemente, todo profesional de la Usabilidad quiere tender hacia el lado del negocio pues, hasta el momento, el predominio de conductas altruistas no asegura la supervivencia profesional. Por tanto, la precisión que hago entre ambos grupos radica en discernir entre aquellos cuya actividad profesional frecuente queda enfocada masivamente en intervenciones de carácter formativo hacia terceras partes frente a aquellos cuya actividad se ve involucrada en proyectos de desarrollo con esas mismas partes. En definitiva, los que cuentan como se han de hacer las cosas y los que las hacen.

De los primeros podría destacarse su gran solvencia teórica con respecto a cuestiones de Usabilidad. No obstante, en ocasiones se tiende a profetizar en demasía y se aparcan hechos realmente críticos (como el negocio, por ejemplo). Por eso mismo, este primer grupo suele encontrar su gran déficit precisamente de aquello en lo que abunda: su excesivo teoricismo, que en ocasiones no acaba de encontrar lugar en la realidad empresarial.

En lo referente al segundo grupo, sus argumentaciones sobre la Usabilidad no carecen del trasfondo teórico de los primeros, pero a la hora de argumentarlo, sus planteamientos varían ostensiblemente. Estos argumentos se centran más en realidades empresariales y en consecuencia, suelen cobrar más relevancia de cara a la toma de decisiones por parte de las compañías.

Centrémonos, en este último tipo de argumentos.

¿Un comienzo?

Lo primero que habría que explicar es lo que se entiende por experiencia del usuario. Es crítico resaltar que la Usabilidad no es sino una parte de la experiencia que el usuario vivencia con entornos telemáticos. Pero la experiencia del usuario va más allá. Ã?sta, podría entenderse como â??la medida global de la satisfacción resultante de la interacción que un usuario tiene con un productoâ?. Un nivel elevado de satisfacción se obtendrá cuando los usuarios encuentren eficaz y eficiente el producto. En ese caso, estaremos hablando de una â??Experiencia del Usuario Ã?ptimaâ?. Esta eficacia y eficiencia queda determinada por la facilidad con la que el usuario es capaz de encontrar un uso práctico o beneficioso para el producto.

Asegurarse de que un determinado colectivo de usuarios objetivo ha alcanzado una experiencia del usuario óptima es una manera potente de enfocar un proyecto, aportando principalmente dos consecuencias:

Estos argumentos vienen apoyados por cifras estadísticas objetivas:

Y de este modo, podríamos seguir enumerando cientos de estadísticas que justificasen la necesidad de intervenciones de Usabilidad en proyectos tecnológicos.

La usabilidad desde el punto de vista del negocio

A la hora de cuantificar los resultados de una iniciativa en el mundo empresarial, el factor inicial que ha de ser tenido en cuenta es el coste y el margen de beneficios. Este coste está intrínsecamente relacionado con el tamaño del producto o proyecto con el que se está asociando, la duración del mismo y, adicionalmente, con las características del los usuarios objetivo, número de grupos y del tipo de producto que se está desarrollando.

Las Best Practices destacadas por compañías multinacionales de consultoría indican que para proyectos que impliquen desarrollos de aplicaciones telemáticas, lo deseable sería destinar cerca de un 10% de la cuantía total del presupuesto para cuestiones relacionadas con la Experiencia del Usuario, presupuestando un 30% en el apartado de beneficios. No obstante, el coste asociado a este tipo de inversiones tiene sus propias particularidades:

Es tanta la credibilidad que están obteniendo las intervenciones de Usabilidad, que a la hora de planificar el apartado económico de un proyecto, la estimación de costes globales prevé una reducción de los mismos en distintos apartados a resultas de los beneficios directos de la Usabilidad, pudiéndose aumentar la inversión en Usabilidad y dejando intacto el margen de beneficios esperado. Por ese motivo, existe ya el debate sobre si sería conveniente aumentar el porcentaje del presupuesto destinado a cuestiones de Usabilidad hasta un 15% total (Nielsen Norman Group, "Usability Return on Investment").

De cara a explicar la inversión que se ha de realizar en cuestiones de usabilidad, hay que resaltar que esta ha de estar dividida en dos áreas:

Principales argumentos a defender

Además de los argumentos ya mencionados para impulsar la integración de prácticas de usabilidad dentro de los proyectos tecnológicos, existen tres grandes vertientes que engloban los aspectos positivos de la Usabilidad de cara al negocio:

Principales escollos a salvar

Ahora que nuestras argumentaciones a favor quedan definidas, resulta interesante analizar las posibles pegas que el cliente puede presentar. Mostramos a continuación un compendio de dichas pegas, estando estas sacadas de casos reales analizados.

a) Realizar productos acorde a los estándares de usabilidad es costoso.
Es cierto que el diseño centrado en el usuario (en inglés User Centric Design, UCD), demanda mayor diálogo e iteraciones que el desarrollo tradicional. No obstante, toda la información recogida y aplicada en las fases iniciales del proceso producirán un ahorro a corto y medio plazo que compensará ese incremento en el esfuerzo inicial. Adicionalmente, la calidad se verá mejorada y percibida tanto por parte del usuario como por parte de los desarrolladores y responsables del mantenimiento.

Aquellos proyectos que han sufrido replicas o ampliaciones y que han adoptado la metodología UCD en sus fases posteriores, encuentran, con respecto a las fases iniciales las siguientes mejoras:

b) Realizar productos acorde a los estándares de la usabilidad prolonga demasiado el tiempo estimado para la realización de los proyectos.
El UCD hace especial hincapié en la detección temprana de los puntos críticos a resolver y los problemas potenciales que pueden aparecer en el proyecto en curso. De este modo, se pueden resolver problemas antes de que surjan o, incluso, modificar las condiciones que iban a provocar su aparición. Está demostrado que los cambios en fases tardías del desarrollo de un proyecto son varias veces más costosas que las realizadas en las fases iniciales. Y los cambios hechos en fase de pre-producción, infinitamente más costos que los realizados en las fases tardías, con el añadido que, adicionalmente al coste económico, conlleva un coste de calidad y prestigio del productor.

c) Realizar productos acorde a los estándares de la usabilidad implica la creación de equipos de trabajo muy numerosos que añaden costes extra al presupuesto global del proyecto.
El UCD es un proceso escalable. La flexibilidad intrínseca que tiene aporta como cualidad principal la posibilidad de ir incorporándose a las distintas fases planeadas en función de los recursos disponibles en cada una de ellas. Ello se logra por medio de la gran cantidad de técnicas distintas que existen para obtener los objetivos referentes a la Usabilidad deseados. Por ese motivo, acorde a las exigencias presupuestarias de dichas fases, se puede seleccionar una u otra técnica para no generar déficit en el presupuesto global.

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